PROFUNDIZANDO
EN LOS SACRAMENTOS
VIVIR LOS
SACRAMENTOS ES ESTAR EN COMUNIÓN CON DIOS
Por medio del bautismo estamos
llamados a ser sacerdotes, profetas y reyes que anuncia y portan el mensaje de
Dios al pueblo. Mensaje de amor y misericordia y de entrega total.
En cada sacramento se manifiesta
la gracia de Dios de una forma especial y la gracia de Espíritu Santo llega a
todo aquel que recibe los sacramentos. Por medio de los sacramentos nos hacemos
participes y nos comprometemos a anunciar el reino de Dios a todos los hombres.
Debemos de tener presente que sin
recibir el sacramento del Bautismo es imposible acceder a los otros
sacramentos, debido a que este es la puerta que nos permite ser miembro de la
iglesia y coherederos del Reino.
Bautismo
sacramento esencial
Mucho podrían preguntarse ¿por
qué el Bautismo es el más importante de los sacramentos? Su respuesta es clara
y sencilla, porque sin él es imposible acceder
a los demás sacramentos, además es la puerta que nos permite ser
miembros de la iglesia. Por tal motivo es de suma importancia que ninguna
persona, que pertenezca a la Iglesia Católica, se quede sin recibirlo, ya que
de lo contrario es imposible ser miembro activo de ella, además es el más bello
y magnifico de los dones de Dios (Cf: Cat. N° 1216).
El recibir el Bautismo, brinda la
oportunidad de estar en hermandad con Cristo resucitado, participar de su amor
infinito e inagotable, recibir su gracia y los dones y frutos del Espíritu
Santo. Por ende, el que no recibe el bautismo se priva de todo lo anterior.
También hay que tener claro que la fe del bautismo no la podemos vivir
individualmente, sino en familia y en comunidad, pues es por medio de ella como
crecemos, nos formamos, aportamos al crecimiento del otro y fortalecemos
nuestra fe.
A diferencia de los demás
sacramentos, el bautismo es el único que puede ser realizado por cualquier persona
(Cat. N° 1256; 1Tm 2,4), aun sí el que lo ejecuta no ha sido bautizado, lo
importante es que crea en lo que está haciendo, pronuncie la fórmula trinitaria
de la Iglesia Católica al derramar agua sobre su cabeza, sólo en caso de
necesidad. El resto de los sacramentos sólo pueden ser realizado por un
sacerdote, obispo o diacono.
El bautismo, fundado por Juan el
Bautista (Mt 3,11-17) en el año 28 de nuestra era según cálculos realizados por
Lucas basándose en el calendario Sirio. El mismo fue el que bautizo a Jesús,
dándole fuerza y plenitud. Y según la sagrada escritura, este es el único
sacramento que recibió Jesús de, el resto de los sacramentos los instituyó él
mismo.
Los signos sacramentales
Cada sacramento
tiene su profundo significado y está representado por símbolos y signos
visibles. Los signos vivifican el sacramento y le dan vida en medio de los
hombres. Los símbolos están dentro de los sacramentos para que el hombre pueda
entender la magnitud del sacramento que recibe y pueda sentir la gracia de Dios más cercana, además
ayudan para que el sacramento adquiera mayor fuerza. Como los sacramentos no
pueden ser percibidos fácilmente con los sentidos humanos, se vale de sus
signos para que el hombre los sienta más cercanos.
En el sacramento
del bautismo encontramos los siguientes símbolos: agua, señal de la cruz, el
nombre del que va a ser bautizado, la luz, la vestidura blanca, los padrinos y
el crisma. En la confirmación encontramos el óleo o aceite, imposición de las
manos como invocación del Espíritu Santo con sus dones (sabiduría,
entendimiento, consejo, fortaleza, ciencia, piedad y temor de Dios). En la
eucaristía encontramos el vino que representa la sangre de Cristo, el pan que
representa el cuerpo de Cristo, el altar, santísimo, ambón, gracias a estos símbolos
participamos del banquete del señor y nos hacemos hermanos unos con los otros
en Cristo. En el sacramento de la reconciliación tenemos el símbolo de la
imposición de las manos y el de la absolución. En el sacramento de la unción de
los enfermos tenemos en símbolo del óleo, significa sanación y vida. En el
sacramento matrimonial encontramos los anillos como símbolo de la alianza entre
el hombre y la mujer. Y por último tenemos el sacramento del orden sacerdotal
la imposición de las manos, unción, imposición de la estola y casulla.
Como podemos ver,
Jesús es presencia vivificante en cada sacramento, de este modo Él camina en
medio de nosotros y nos permite descubrir a Dios en cada signo.
Sacramentos en familia
Dentro
de la familia los sacramentos son muy importantes, ya que así como dentro de
esta pequeña célula social, se aprenden los principios y valores del ser humano
para vivir en sociedad, también se aprende la importancia de vivir los
sacramentos. La familia es fundamental para la educación del hombre y en ella
está Cristo presente, principalmente en el sacramento del matrimonio.
En
la familia el hombre aprende las primeras lecciones para la vida y, también es
educado religiosamente. Allí el padre y la madre tienen el papel fundamental de
transmitir el mensaje de Dios a sus hijos, por medio de ejemplo y de las
palabras de enseñanza, pues son ellos los apóstoles de Cristo, que enseñan y
anuncian el Reino de Dios en su hogar.
Los
padres de familia, en conjunto con los padrinos, tienen la obligación de educar
a los niños en los sacramentos e iniciarlos en la vida cristiana por medio de
estos. El sacramento del bautismo es muy polémico y criticado por los hermanos
separados, pues afirman que un niño no lo debe recibir, sino hasta cuando tenga
uso de razón, he aquí la tarea de los padres y padrinos, ellos asumen por sus
hijos la disposición y capacidad, pues sin este sacramento es imposible
participar de los otros.
Por
lo tanto, los padres cumplen la tarea de pastores e instructores de la palabra
de Dios en sus hogares, al celebrar unidos los mandatos del señor y participar
en familia de la eucaristía.
Ser profeta en la actualidad
Por medio del sacramento del bautismo, obtenemos la
gracia de ser profetas. En el cual Dios tiene un plan para el mundo… La Biblia
contiene el plan. En ella se muestra la película de la historia, Dios allí
revela su plan y ese plan no será destruido.
Dios nos dio la libertad para que realicemos el plan.
El plan de Dios
se centra en el hombre. El hombre
es amado por Dios porque es su criatura.
Dios se hace humano para divinizar la humanidad. Dios baja para que el mundo suba.
A partir de Pentecostés la iglesia recibe el
Espíritu Santo y nos da un nuevo ser, una nueva naturaleza (Cf 2Pe 1,4). El
Espíritu Santo produce un cambio total, nos da carismas, dones muy especiales
como son el de la predicación y la palabra, el servicio a los enfermos, el de ser
profetas (persona capaz de formar, animar y consolar a la humanidad) (Cf 1 Cor .14,3). Para todos están los dones, pero para poder
recibirlos se necesita cultivar algunas características:
Pobreza: Confiar solo en Dios, sin apego a lo
terreno
Docilidad: Aprender a ser guiados por el Espíritu
Santo. Para esto se necesita:
a. Conocer la Voluntad de Dios
que habla de diferentes maneras: al corazón, a través de los acontecimientos,
por la autoridad y la obediencia, por signos y señales.
b. Querer la voluntad de Dios:
a veces sentimos miedo de hacer algo pero es porque Dios lo está pidiendo…. Es
necesario querer a pesar de todo: Querer sin querer
c. Hacer la voluntad de Dios:
con amor, corriendo sin hacerse esperar, con alegría porque sabemos que es su
querer.
Simplicidad y sencillez: santificarnos en la vida
diaria, en el quehacer diario…. Para ser profetas no se necesita desplazarnos a
otros sitios mientras Dios no lo pida… se necesitan profetas en todas partes
del mundo, sobre todo al interior de las familias.
DE INTERES
Hoy
26 de mayo de 2012 la Iglesia Católica celebra la Fiesta de Pentecostés como
conmemoración de la venida del Espíritu Santo sobe la Santísima Virgen María y
los apóstoles.
Los
te esperamos para que participe de la Vigilia de Pentecostés esta noche a
partir de las 7:30 pm en la Parroquia de San Antonio del municipio de Guarne
Antioquia.
Bibliografía
-
BÍBLIA, A Bíblia de Jerusalém. Nova edição, revista e ampliada. São Paulo:
Paulus, 2002.
- Juan el Bautista. En: Wikipedia. [En
línea]. (2011). [consultado 5 de septiembre 2011]. Disponible en:
- Catecismo de la Iglesia Católica.
-
LLANO R, Alonso. Caminando con Jesucristo.
Medellín, Litoservicios, 2000.